Dice la leyenda que entre los vagones de la línea Mitre deambula un hombre que no tiene parpados.
Según se comenta, esta persona siempre subía o bajaba del tren en la estación de Coghlan y murió en circunstancias un tanto extraña, por llamarlo de alguna manera.
Según algunas personas padecía de una terrible infección en los ojos. Para otros la victima sufrió un accidente o se suicido arrojándose a las vías del tren.
Las personas que investigaron este mito, tuvieron una llamada de atención, cuando seis de las ocho personas que se encontraban en el anden, miraban los rieles, como si buscaran los ojos de el hombre sin parpados. A los que algunos les atribuyen poderes.
Según se comenta, esta persona siempre subía o bajaba del tren en la estación de Coghlan y murió en circunstancias un tanto extraña, por llamarlo de alguna manera.
Según algunas personas padecía de una terrible infección en los ojos. Para otros la victima sufrió un accidente o se suicido arrojándose a las vías del tren.
Las personas que investigaron este mito, tuvieron una llamada de atención, cuando seis de las ocho personas que se encontraban en el anden, miraban los rieles, como si buscaran los ojos de el hombre sin parpados. A los que algunos les atribuyen poderes.
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